Los dramas de la pradera,
como se dio en llamar al western en España durante el periodo de cine mudo, son casi
tan antiguos como el propio cine. Su aparición en América apenas puede ser considerada
como algo visionario; fue sólo el reflejo del folklore de aquel país, de su carácter
costumbrista. Los rescoldos de la conquista del oeste aún se mantenían vivos en
ese tiempo y el nuevo invento sólo tuvo que fijar sus miras en los argumentos
que aparecían en miles de novelas y folletines con los mitos y leyendas del Far
West
de protagonistas; personajes que en algunos casos seguían vivos.
Encima, derecha, fotografía de Willian S. Hart, arquetipo del primitivo cowboy.
Abajo, izquierda, portada de una revista de los años 20 con la imagen del actor Willian Farnum.
El primero en iniciar la configuración
arquetípica del cowboy, del pistolero justiciero, fue Broncho Billy, a quien dio vida sobre el
celuloide el actor Gilbert M. Anderson. Esto sucede en 1910, cuando se cumplían
siete años de su debut formando parte del reparto de la paradigmática cinta de
Edwin S. Porter, Asalto y robo de un tren (1903).
Unos años después será el turno de William Surrey
Hart. Un hombre de rostro áspero e inconmovible, de mirada fría e inquietante,
que aportará carácter al género al tiempo que ilumina las venturosas
posibilidades de éste, y al que seguirían Eddie Polo, Dufstin Farnun, etc.
Tom Mix, en una fotografía de rodaje de los años 20.
Pero el verdadero cine de
caballistas, el que muestra por vez primera el prototipo del futuro héroe
justiciero, llegaría de la mano del inigualable Tom Mix. La singularidad
acrobática que muestra a lomos de su caballo, así como la destreza expeditiva
de la que hace gala en las broncas que protagoniza, marcan un antes y un
después en el género. A él se debe la moda del binomio hombre-caballo, que a la
postre acabará constituyendo el mayor acierto del grueso de actores englobados
bajo la denominación “héroes de la pradera” La pareja equina de Tom respondía al nombre de Tony –en
España también fue conocido como Malacara—, un caballo que ejecutaba con
disciplina militar las órdenes de su dueño y que llegaría a equipararse con éste en popularidad. Entre 1909 y 1935 el actor intervendría en cerca de 300
títulos.
En nuestro país el género no
ofreció signos de consistencia hasta el inicio de los años veinte. Las razones
de esa tardanza hay que buscarlas en la dificultad de introducción que tuvo el
cine americano en España a lo largo de las dos primeras décadas del siglo;
tiempo en el que el circuito de la distribución sólo tuvo ojos para la
producción europea. Esta tendencia variará su curso definitivamente hacia el
final de la segunda década, cuando la compañía de distribución cinematográfica
Exclusivas Verdaguer crea su selecto Programa Ajuria surtido exclusivamente
por producciones americanas, entre las que se encontraban algunos “dramas de la
pradera” , como se les dio en llamar.
Luego aparecería las novelas
ambientadas en el viejo Oeste, que acabarían por difundir y popularizar el
género hasta límites insospechados en nuestro país. Todo apunta a la Editorial Juventud como el sello en dar
el primer paso, adaptando para nuestro país distintos relatos del norteamericano
Zane Grey, verdadero artífice de la eclosión del género en todo el mundo.
Postales años 20 y 30 de Eddie Polo, Tom Mix,
Tom Tyler y Ken Maynard
Catálogo Fox, temporada 1923-1924
Doble página interior
Lobby Card perteneciente a una cinta
de Tom Mix de título desconocido. C. 1925
EL VAQUERO SEVILLANO
USA, C. 1925
Programa de mano doble
Biblioteca Infantil Cinematográfica
Tom Mix, Nº. 2
Clásico folletín por entregas. C. 1935
Almanaque Nuevo Tom Mix
Hispano Americana, 1934
Catálogo Fox, temporada 1923-1924
Doble página interior
Almanaque Charles Jones
Ediciones Bistagne, 1928
Portada de Rapsomanikis
Catálogo Arajol, temporada 1935-1936
Página interior
Catálogo Fox, temporada 1932-1933
Página interior
Prospecto publicitario dirigido al empresario
Exclusivas Turia. C. 1945
CARTELES
LUCHA DE GUERRILLAS
USA, C. 1930
Cartel 70 x 100 cm. Diseño: Chapí
EL OJO QUE NUNCA DUERME
Del serial La Montaña Misteriosa. USA, 1934
Cartel 70 x 100 cm. Diseño: Chapí
TARZÁN EL ASTUTO
De serial La Montaña Misteriosa. USA, 1934
Cartel 70 x 100 cm. Diseño: Chapí
VAQUERO VINDICADO
USA, C. 1935
Cartel 70 x 100 cm. Diseño: Raga
CRÍMEN EN EL OESTE
Tracy Riders. USA, 1930
Cartel 70 x 100 cm. Diseño: Ramón
SANGRE Y PÓLVORA EN ARIZONA
USA, C. 1935
Cartel 70 x 100 cm. Diseño: Lloan
EL TERROR DE OKLAHOMA
Oklahoma Jim. USA, 1931
Cartel 70 x 100 cm. Diseño: Concheso
EL LOBO
The man from hell's edges. USA, 1932
Cartel 70 x 100 cm. Diseño: Soligó
EL LOBO
Son of Oklahoma. USA, 1932
Cartel 70 x 100 cm. Diseño: Soligó
HUELLAS DE TERROR
Trail of terror. USA, 1935
Cartel 70 x 100 cm. Diseño: Ramón
LA LEY DEL OESTE
Wide open town. USA, 1941
Cartel 70 x 100 cm. Diseño: Lloan
LALEY DEL REVOLVER
Hills of old Wyoming. USA, 1937
Cartel 70 x 100 cm. Diseño: A. Bosqued
CONTRABANDISTAS DE BRILLANTES
USA, C. 1940
Cartel 70 x 100 cm. Diseño: MCP
CITA EN LA FRONTERA
Hands across the border. USA, 1943
Cartel 70 x 100 cm. Diseño: Ramón
LA CANCIÓN DE NEVADA
USA, C. 1940
Cartel 70 x 100 cm. Diseño: Ramón